Por un lado, el largometraje ganador del Oscar a mejor película fue ‘La forma del agua’, dirigido por Guillermo del Toro, en el que la protagonista se comunica con una criatura humanoide a través de la lengua de signos.

La capacidad de esta criatura acuática con forma humanoide de comunicarse a través de algunos signos es clave en el desarrollo de la trama ya que así demuestra que es inteligente y tiene sentimientos.

No os contamos más para evitar ‘spoilers’, pero sin duda se trata de una película muy recomendable que demuestra el poder de la comunicación, no sólo hablada, sino en cualquier forma.

La otra triunfadora en la pasada edición de los premios Oscar fue ‘The silent child’, una película británica que resultó ganadora en la categoría de cortometraje de ficción.

‘The silent child’ cuenta la historia de una niña sorda de cuatro años que vive aislada del mundo, hasta que una trabajadora social le enseña a comunicarse a través de la lengua de signos.

De esta forma, la niña se ‘conecta’ al mundo a través de la lengua de signos demostrando, en palabras del director del cortometraje, Chris Overton, que “con el apoyo adecuado una persona sorda puede tener una vida tan satisfactoria como cualquier otra persona”.

Sin duda, una gran noticia que los premios cinematográficos más destacados del mundo elijan como ganadores a obras en las que la lengua de signos tiene un papel tan relevante.