Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de una encuesta que se basa en la experiencia personal de cada usuario. Eso quiere decir que si el usuario no ha visto una mejora concreta en el dispositivo que utiliza o en las ayudas para cubrir sus necesidades, es normal que considere que la accesibilidad en un sentido amplio no ha mejorado.

Sin embargo, hay muchas otras razones para considerar que la accesibilidad no ha mejorado en los últimos años.

En el caso de los teléfonos móviles, que es la tecnología más usada por muchas personas, los mayores avances en accesibilidad se han concentrado en unas pocas marcas, y no precisamente en las más baratas, por lo que esas mejoras no han llegado a la gran mayoría de los usuarios.

Además, como es habitual, muchas de esas mejoras no han sido bien explicadas por los fabricantes, por lo que es muy fácil pensar que la gran mayoría de las personas con discapacidad no serán conscientes de que su smartphone tiene nuevas y mejores herramientas de accesibilidad.

En un sentido más amplio, la sociedad se ha vuelto mucho más digital, y mientras que eso supone una ventaja para la mayoría de las personas, muchas personas con discapacidad encuentran ahora barreras donde antes no las tenían.

Que la sociedad se haga digital es un avance para muchos, pero un riesgo para otros tantos si no se hace con la necesaria accesibilidad.

Es por eso que muchas personas con discapacidad, y también muchas personas mayores, sufren nuevas barreras para acceder a servicios o para sus trámites con la administración que antes no tenían.

Por estas razones es normal que aún haya muchas personas que consideran que el avance de la tecnología no ha supuesto una mejora de la accesibilidad. A nivel global, está claro que cada vez la tecnología es más accesible, pero analizando casos concretos, hay muchas razones para creer que esta mayor accesibilidad no llega a todos los que la necesitan.