En estas acciones, centradas en muchos casos en la formación, la tecnología juega un papel clave en una doble vertiente. Por un lado, es un canal muy importante para lograr esa formación que puede ayudar a las personas a encontrar un puesto de trabajo.

Pero, además, la formación en nuevas tecnologías es una oportunidad muy relevante para facilitar la consecución de un empleo.

En total han sido 1.372 jóvenes los que en el último año han participado en los programas que Fundación ONCE, el Fondo Social Europeo y el Ministerio de Trabajo han promovido para mejorar la empleabilidad de jóvenes con discapacidad, a través de proyectos como ‘Uno a Uno’, ‘Jóvenes con Salud Mental’ o ‘UniverDI’.

Del total de jóvenes que han participado en este proyecto, cerca de un 40% son chicas y algo más de la mitad tienen menos de 25 años. Además, 15 universidades, 161 entidades y 370 empresas han participado en estos programas para facilitar la incorporación laboral de los jóvenes.

A algo más de medio centenar de estos jóvenes con discapacidad intelectual, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, les ha entregado en la sede de la Fundación ONCE un ‘pasaporte’ en el que se reconoce su esfuerzo y su formación para lograr un nuevo empleo, lo que supone un impulso añadido a las posibilidades que tienen de lograr su inserción en el mercado laboral.