Para poder dejar a un lado las baterías es necesario tener una tecnología que permita a estos dispositivos autoabastecerse de electricidad del medio que los rodea, y algo que ya está presente en casi todos los sitios son redes wifi.

Así, diversos equipos de investigación están trabajando ya en una tecnología que en inglés se denomina ‘rectennas’ y que son capaces de transformar las ondas electromagnéticas de las redes wifi en electricidad.

Estas ‘rectennas’ son minúsculas, ya que están formadas por semiconductores en 2 dimensiones con un grosor de apenas unos pocos átomos. Además, son materiales flexibles y se pueden colocar de forma ‘roll to roll’, permitiendo cubrir grandes dimensiones.

Así lo explica el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que tiene grupos de investigación trabajando en este desarrollo.

Una de las aplicaciones más importantes de este sistema de autoabastecimiento eléctrico mediante la red de wifi es el sanitario.

Según apunta otro de los investigadores en esta materia, Jesús Grajal de la Universidad Politécnica de Madrid, esta tecnología se podría utilizar en pastillas inteligentes que se introducen dentro del cuerpo humano para ofrecer datos e información sobre la salud conectándose directamente con un ordenador.

De esta forma se evita que estos pequeños dispositivos utilicen baterías, ya que un escape del litio del que están hechas podría provocar la muerte del usuario.

Esta aplicación para la salud, que se puede extrapolar a otra tecnología como implantes, es muy interesante para muchas personas con discapacidad, para las que el desarrollo de este tipo de dispositivos puede suponer una enorme mejora de su calidad de vida.