Hisense ha cuidado el diseño del terminal tanto en la parte frontal, con una pantalla de 6,3 pulgadas que ocupa casi toda la superficie del teléfono, como en la parte posterior, que está recubierta de cuero.

Pero la apuesta de la compañía china no se queda en el diseño, sino que también ha aumentado el nivel de sus componentes al incorporar una cámara trasera de 48 megapíxeles, acompañada de otra de 5MP para dotar de profundidad a las imágenes. En cuanto a la cámara frontal, cuenta con una resolución de 20MP.

El procesador de este smartphone es un Snapdragon 675 y tendrá dos versiones, una de 6 MB de memoria RAM y otra de 8 MB.

Otro aspecto que destaca, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de un teléfono situado en la gama media, es su gran batería de 4.500 mAh y carga rápida.

En cuanto a la accesibilidad, el terminal llegará con Android Pie, lo que supone contar con los últimos avances de este sistema operativo. Hisense por su parte no ha creado aún ninguna ayuda propia para mejorar la accesibilidad.

En resumen, se trata de un teléfono que promete una gran calidad mientras que su precio se mantendrá en el entorno de la gama media, convirtiéndose en una opción muy interesante para aquellos que no quieran realizar una gran inversión en un smartphone.

Sobre la disponibilidad, está previsto que salga en China y Rusia antes del verano, y que llegue a Europa después del periodo estival.