Los estudiantes se dividen en distintos equipos y en cada uno de ellos hay un co-diseñador, que es la persona con discapacidad para la que van a desarrollar tecnología que mejore su calidad de vida.

Cada uno de los voluntarios con discapacidad que participan en esta jornada se enfrentan cada día a un problema distinto y, por eso, cada solución es diferente.

En muchos casos, estas personas se encuentran cansadas de buscar una solución que cumpla sus necesidades, ya que necesitan un desarrollo personalizado, que es justo lo que encuentran en el Hackathon del MIT.

En esta edición se entregaron premios en cuatro categorías diferentes, que fueron usabilidad, colaboración con el co-diseñador, innovación tecnológica y documentación.

En el caso de la usabilidad, el ganador fue el equipo Sara (llamado así por el nombre de la persona con discapacidad a la que ayudan) que creó un bidé portátil que permite a su usuaria ir al baño en cualquier lugar, ya que necesita este dispositivo para su higiene debido a una discapacidad física.

Además, el equipo Sara creó una página con instrucciones para que cualquier persona que quiera crear un bidé como este lo pueda hacer de una forma bastante sencilla.

En cuanto a la colaboración entre el co-diseñador y su equipo de ingenieros, el ganador fue el equipo Lora. Lora es una persona con una discapacidad física que utiliza un andador para caminar, pero que en muchas ocasiones no le permite solventar barreras u obstáculos en sus desplazamientos diarios.

Su equipo de estudiantes estuvo todo el día del Hackathon trabajando en crear un andador más estable que ahora Lora utiliza cada día para trasladarse por su ciudad.

En innovación tecnológica, los organizadores del MIT destacaron el trabajo del equipo Reese, en colaboración con este adolescente con parálisis cerebral que tiene problemas para controlar el movimiento de su cabeza.

Estos problemas para controlar el movimiento le dificultan a Reese el manejo de dispositivos basados en el movimiento ocular, o actividades diarias como ver la televisión.

Para mejorar su situación, los estudiantes crearon un collarín neumático que utiliza aire presurizado para mantener la cabeza estable.

Por último, el premio a la mejor documentación fue para el equipo Phil, que creó un dispositivo modular para ayudar a personas con discapacidad en las extremidades inferiores, y que publicaron en una página web con instrucciones tipo Ikea para ayudar a que cualquier persona pueda montarlo por su cuenta.

Sin duda el Hackathon del MIT es una fantástica iniciativa que durante un día ayuda a personas con discapacidad a mejorar su calidad de vida a través de la tecnología.