Si a principios de siglo los audífonos eran la tecnología más utilizada en niños y jóvenes con este tipo de discapacidad, algo más de una década después los implantes cocleares han superado a estos dispositivos.

En concreto, el 51% de los niños y jóvenes con discapacidad auditiva que utiliza estos dispositivos tiene un implante coclear, frente al 40% que usa audífono y un 9% restante que opta por dispositivos de otro tipo.

Comparado con los datos de 2005, la tendencia es clara hacia un mayor uso de los implantes, ya que en esos años estos dispositivos representaban el 42%, casi diez puntos menos que ahora.

Este mayor uso de los implantes cocleares es más acentuado entre los más pequeños, ya que entre aquellos menores de 6 años estos dispositivos representan el 55% del total.

Así lo muestra un estudio desarrollado por la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) en colaboración con Ipsos y en el marco del convenio con el Ministerio de Educación y Formación Profesional, y cofinanciado por Fundación ONCE.

Además, el informe destaca la mejora de la detección y la implantación precoz de esta tecnología, que junto a los programas de logopedia especializada han permitido que los más jóvenes desarrollen sus habilidades comunicativas y de aprendizaje, logrando un “giro sustancial” respecto a generaciones anteriores.

De esta forma, el estudio apunta que cerca del 90% de los niños con discapacidad auditiva que usa estos dispositivos está en el curso académico que le corresponde, veinte puntos más que una década antes.

Pero estos datos no sólo muestran el avance en la capacidad de aprendizaje, sino también algo que es muy importante, que es su inclusión en el sistema educativo ya que más del 94% acude a una escuela en modalidad inclusiva, doce puntos más que en 2005.