Por esta razón es fundamental la educación que los adolescentes reciben en esta materia para garantizar un uso correcto de estas herramientas, especialmente entre aquellos jóvenes más vulnerables, como es el caso de muchos chicos y chicas con discapacidad.

Así lo muestra el estudio realizado por Google, la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (Fad) y por el BBVA, que apunta que más del 90% de los adolescentes entre 14 y 16 años tiene ya un perfil en redes sociales.

Esta exposición que supone el tener un perfil en redes sociales no va acompañada de la suficiente formación en el uso de esta tecnología para evitar situaciones de riesgo. El informe del Proyecto Conectados que conforman estas tres entidades apunta que los jóvenes sienten que tienen un escaso apoyo por parte de sus padres y de sus profesores.

De hecho, la gran mayoría de los jóvenes entre 14 y 16 años declara que tiene más conocimientos en el uso de la tecnología y las redes sociales que sus progenitores y que sus profesores.

Este elevado uso de las redes sociales va acompañado de una mayor utilización de la tecnología. Así, casi el 90% de los adolescentes ya tiene móvil, tres de cada cuatro tienen un ordenador portátil y casi el 70% tiene una tableta.

Ante todo este aluvión de tecnología que se adentra en las vidas de los jóvenes a estas edades, es necesaria una buena educación que garantice un uso correcto de estas herramientas y que les proteja de los peligros y riesgos que existen en Internet y las redes sociales.