Un ejemplo claro es la relación entre empresas y clientes, en la que frecuentemente los usuarios se encuentran desamparados sin saber cómo ni con quién pueden hablar para buscar una solución a sus problemas.

Sin embargo, también hay casos positivos que demuestran el interés de las empresas por atender a sus clientes y por facilitarles el uso y la gestión de los productos o servicios.

Es el caso de Bankia que, dentro de su campaña Bankia Fácil, ha mejorado el modelo de relación con los clientes para que puedan ponerse en contacto con un gestor en el momento que necesiten y de la forma que les sea más conveniente.

Así, los clientes podrán contactar con un gestor en cualquier momento del día y utilizando el canal que más les guste o que les sea más accesible.

Algunos usuarios preferirán utilizar el teléfono y llamar al gestor; mientras que otros, quizás una persona sorda, opten por usar la app para ponerse en contacto con la persona que les puede ayudar.

De esta forma, las personas que pueden encontrar mayores dificultades para operar con su cuenta tienen siempre la posibilidad de ponerse en contacto con un especialista, para ayudarles y facilitarles el uso de los servicios.

Una muestra clara de como la tecnología ayuda también como vehículo de comunicación entre las personas.